En los últimos 10 años el consumo de agua incrementó un 30%, debido al aumento de la población de México, a la diversificación de las actividades humanas, pero también debido a las consecuencias del cambio climático. El Día Mundial del Agua es una oportunidad única en la vida para unirnos en favor del agua y acelerar juntos los avances en esta esfera.
Los problemas que se encuentran a lo largo del ciclo del agua están socavando el progreso en los principales conflictos planetarios: desde la salud hasta el hambre, desde la igualdad de género a los trabajos, pasando por la educación, la industria, los desastres naturales y la falta de paz.
En 2015, el mundo se comprometió con el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6 como parte de la Agenda 2030: la promesa de que todos tendrían agua y saneamiento gestionados de forma segura para 2030.
A día de hoy, nos encontramos muy lejos de conseguirlo.
Miles de millones de personas e innumerables escuelas, empresas, centros de salud, granjas y fábricas se ven restringidas porque aún no se han cumplido sus derechos humanos al agua y al saneamiento.
Existe una necesidad urgente de acelerar el cambio, de ir más allá del “sigamos como hasta ahora”.
Los últimos datos muestran que los gobiernos deben trabajar un promedio de cuatro veces más rápido para cumplir con el ODS 6 a tiempo, pero esta no es una situación que pueda resolverse con solo un actor o grupo.
El agua afecta a todos, por lo que se necesita que todos tomemos medidas
Del 22 al 24 de marzo de este año, en Nueva York se lleva a cabo la Conferencia del Agua de la ONU, que es la primera sobre estos temas desde 1977. Este evento servirá como plataforma para hacer una revisión integral de la Agenda de Acción por el Agua del periodo que comprende 2018-2028, y poder encontrar estrategias que den respuesta a la crisis actual de agua y saneamiento que se vive a nivel mundial.
Los efectos del cambio climático se dejan sentir a menudo a través del agua: sequías más intensas y frecuentes, inundaciones más extremas, precipitaciones estacionales más erráticas y deshielo acelerado de los glaciares. Esto produce efectos en cascada sobre las economías, los ecosistemas y todos los aspectos de nuestra vida cotidiana.
Los riesgos relacionados con el agua van en aumento. En la actualidad, 3600 millones de personas carecen de acceso adecuado al agua al menos un mes al año, y se espera que esta cifra aumente a más de 5000 millones en 2050. Más de 100 países no están en vías de contar con recursos hídricos gestionados de forma sostenible para 2030.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y otros Líderes del Agua y el Clima, es hora del Despertar de la conciencia sobre el agua. Con esta campaña, hacen un llamamiento a realizar un cambio de paradigma que garantice una acción integrada en materia de agua y lucha contra el cambio climático. Este llamamiento tiene lugar en vísperas de la Conferencia sobre el Agua 2023, cuyo objetivo es acelerar los esfuerzos para lograr una seguridad hídrica global.
Despertar la conciencia sobre el agua
“¡Tenemos que despertar!”, exigen los Líderes de Agua y Clima, quienes centran la campaña alrededor de cuatro puntos:
Despertar la conciencia sobre el agua como medio que proporciona vida y seguridad alimentaria, contribuye a mantener la paz, la seguridad y el crecimiento económico y a rejuvenecer los ecosistemas
Despertar la conciencia sobre el agua como medio para reducir las emisiones de los servicios de agua y saneamiento. Sólo un 20% de las aguas residuales del mundo se trata adecuadamente. Las aguas residuales no tratadas que se vierten al medio ambiente generan una huella de emisiones aproximadamente 3 veces superior a la de las mismas aguas tratadas en una planta de tratamiento de aguas
Despertar la conciencia sobre el agua como medio para reducir emisiones a partir de recursos hídricos como humedales y embalses y mediante la captura de carbono. Las acciones bien diseñadas para preservar y restaurar el funcionamiento natural de los humedales y gestionar los niveles de agua y la vegetación litoral de los embalses les permiten preservar su papel como sumideros de carbono que absorben emisiones de forma natural
Despertar la conciencia sobre el agua como medio para permitir la producción de energía limpia a partir de la energía hidroeléctrica sostenible, los biocombustibles, la captura y almacenamiento de carbono, el hidrógeno verde y la energía solar y eólica. El agua es clave para la necesaria transición a estas energías. Al mismo tiempo, la demanda de agua en el sector debe gestionarse para evitar riesgos para los recursos hídricos.