Desde Tijuana hasta Los Ángeles, Alejandro Kirk está escribiendo una nueva página dorada para el béisbol mexicano. El catcher de los Blue Jays de Toronto se convirtió en el primer pelotero nacido en México en conectar un jonrón en una Serie Mundial, un logro que lo coloca al nivel de las más grandes leyendas del deporte.
Con un poderoso batazo de 403 pies en el Juego 1 contra los Dodgers, Kirk no solo impulsó la victoria de su equipo, sino también el orgullo de todo un país que sigue de cerca su hazaña. A sus 26 años, el tijuanense ya es considerado “el heredero natural de Fernando Valenzuela”, aquel ícono que hace 44 años encendió la “Fernandomanía” en el mismo estadio donde hoy Kirk busca coronarse campeón.
“Lo que está haciendo Alejandro no es solo histórico para Tijuana; está haciendo historia para todo México. Es un símbolo de orgullo nacional”, dijo Jorge Campillo, exjugador de Grandes Ligas y quien firmó a Kirk a los 14 años para la academia de los Toros de Tijuana.
Kirk, quien debutó con los Blue Jays tras firmar a los 18 años, ha desafiado todos los estereotipos físicos y deportivos. En 2022 fue el primer catcher mexicano en ser titular en un Juego de Estrellas, también celebrado en el Dodger Stadium, donde vivió un momento inolvidable al recibir el primer lanzamiento ceremonial de Fernando Valenzuela.
“Fue algo muy hermoso poder atrapar ese primer lanzamiento de él en Los Ángeles. No crecí siendo fan de los Dodgers, pero sé lo que significan para los mexicanos”, recordó el receptor.
Más allá del bate, Kirk se ha consolidado como uno de los catchers más completos de la liga: solo 11.7% de ponches, una de las cifras más bajas de las Grandes Ligas, y una defensa elogiada por compañeros y rivales. “Kirky lo hace todo: batea, bloquea, lanza. Es el corazón de este equipo”, aseguró el lanzador Max Scherzer.

Su impacto va más allá del diamante. Desde Valenzuela, México ha producido más de 150 jugadores de Grandes Ligas, pero muy pocos han brillado como receptores. Kirk está cambiando esa historia y abriendo puertas para nuevas generaciones de peloteros nacionales.
“Muchos pensaban que su cuerpo le jugaría en contra, pero hoy demuestra que el talento mexicano puede romper cualquier barrera”, agregó Campillo.
Mientras los Blue Jays buscan el título en el viejo hogar de Valenzuela, Alejandro Kirk ya ha encendido su propia “Kirkmanía”. Y esta vez, el rugido viene desde Tijuana hasta cada rincón de México.












