Villahermosa, Tabasco. La algarabía se apoderó de las calles y del corazón de Tabasco. Cientos de familias salieron a recibir a Fátima Bosch, Miss Universo 2025, quien regresó a su tierra natal para agradecer el respaldo que la llevó a coronarse como la mujer más bella del mundo. Ni la lluvia registrada en la capital del estado fue suficiente para frenar el entusiasmo de los tabasqueños.
Desde temprana hora, las vialidades de Villahermosa se llenaron de coronas, pancartas, disfraces y sonrisas. Aunque el desfile estaba programado para iniciar a las 4 de la tarde, las precipitaciones retrasaron el arranque del recorrido. Sin embargo, la espera se convirtió en una fiesta: familias completas permanecieron firmes para ver pasar a su reina.
La caravana avanzó por las principales avenidas de la ciudad hasta llegar a la emblemática Fuente de los Niños Traviesos, donde Fátima Bosch saludó emocionada a sus paisanos antes de continuar con su agenda. Autoridades locales desplegaron un operativo vial y de seguridad para garantizar el orden y la integridad de los asistentes.

Tras el desfile, la Miss Universo 2025 fue trasladada al Estadio Centenario 27 de Febrero, cuyas puertas se abrieron desde las 2 de la tarde para recibir a miles de personas. El recinto vibró con gritos, porras y aplausos cuando, vestida de azul y a bordo de una camioneta, Fátima avanzó hacia el escenario como una auténtica princesa del sureste.
Entre consignas como “¡Tabasco tiene Miss Universe!”, la reina de belleza desfiló alrededor del escenario y ofreció un emotivo discurso que erizó la piel de los asistentes. Con humor y cercanía, bromeó con el público y después habló desde el corazón:
“Traer esta corona al lugar que me vio nacer es un sueño que empezó aquí, en Tabasco. Nunca me voy a olvidar de mis raíces, sin importar en qué parte del mundo esté. Esta corona no solo es mía, es de todos ustedes”.
Bosch destacó la unión y el respaldo de su gente, subrayando que su triunfo es fruto de la constancia y la resiliencia. “A veces la vida nos pone de rodillas, pero no nos define lo que nos pasa, sino lo que hacemos con ello”, expresó ante un estadio completamente entregado.

Casi al final, después de que la presidenta Honoraria del Sistema DIF Tabasco, Aurora Raleigh de la Cruz, le colocara una banda bordada, y el Cabildo del municipio de Centro, le diera un reconocimiento, de manos de la Presidenta municipal de Centro, frente a miles de espectadores respetuosos, Fátima invitó a subir a “Miss Juanita”, la prefecta de su secundaria, que le “metía reportes porque se lo merecía”. Y al reencontrarse las dos y fundirse en un abrazo, el Centenario aplaudió conmovido por el detalle de una reina universal de belleza que es sencilla de corazón.
“Hoy, todos somos Fátima. Por eso yo también me puse la corona”, dijo un joven con una corona luminosa en su cabeza. Su compañera, también con una presea similar sobre sus sienes, resaltó que la paisana es un nuevo ejemplo para las generaciones jóvenes, de lo que se puede lograr, incluso, “alzando la voz, sin ser prepotente”.
El cierre fue espectacular: fuegos artificiales iluminaron el cielo mientras Fátima Bosch desfilaba por última vez en el escenario. En un gesto que conmovió a todos, detuvo su paso para abrazar a una amiga entre el público, provocando una ovación generalizada.
A pesar de una nueva lluvia y de la intensa emoción que incluso llevó a la apertura del campo del estadio ante la presión de los asistentes, la celebración continuó sin contratiempos. Personas de distintos estados y países se sumaron a este momento histórico, al tratarse de la primera Miss Universo originaria del sureste mexicano.

Así, entre aplausos, lluvia y orgullo, Tabasco vivió una jornada inolvidable para darle la bienvenida a su reina: Fátima Bosch, Miss Universo 2025.












