El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció la imposición de un “bloqueo total y completo” a los petroleros sancionados que entren o salgan de Venezuela, una medida que eleva al máximo la presión contra el gobierno de Nicolás Maduro y que Caracas calificó como una amenaza grave, temeraria y violatoria del Derecho Internacional.
El anuncio fue hecho por Trump a través de su red Truth Social, donde enfatizó en mayúsculas el concepto de “bloqueo total y completo” y aseguró que Venezuela está rodeada por “la mayor Armada jamás reunida en la historia de Sudamérica”, advirtiendo que la presencia militar estadounidense en la región podría incrementarse. En su mensaje, el mandatario fue más allá del discurso antidrogas y sugirió abiertamente que Venezuela debería entregar tierras, petróleo y otros activos a Estados Unidos.
“Venezuela está completamente rodeada (…) y el impacto será como nada que hayan visto antes, hasta que devuelvan a Estados Unidos todo el petróleo, la tierra y otros activos que previamente nos robaron”, afirmó Trump, señalando directamente al gobierno de Maduro.
Venezuela denuncia “bloqueo naval” y acude a la ONU
La respuesta de Caracas no se hizo esperar. A través de un comunicado oficial, el gobierno venezolano calificó la decisión como un intento irracional de imponer un bloqueo militar naval, cuyo verdadero objetivo —aseguró— es apropiarse de las riquezas del país.
“El presidente de Estados Unidos pretende imponer de manera absolutamente irracional un supuesto bloqueo militar naval a Venezuela con el objetivo de robarse las riquezas que pertenecen a nuestra Patria”, señaló la cancillería. Además, informó que el embajador venezolano ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Samuel Moncada, procederá de inmediato a formalizar la denuncia por violaciones al Derecho Internacional, al libre comercio y a la libre navegabilidad.
El gobierno venezolano sostuvo que esta amenaza deja al descubierto que la ofensiva estadounidense no responde realmente a la lucha contra el narcotráfico, como se ha argumentado en el pasado, sino a un interés directo por el petróleo, las tierras y los minerales del país.
El petróleo, en el centro del conflicto
La nueva escalada se produce en un contexto de sanciones reforzadas contra el sector petrolero venezolano, que ya enfrenta una severa caída en su producción y en sus ingresos. Trump ha insistido en múltiples ocasiones en que Estados Unidos debería tener acceso al petróleo venezolano si Maduro es desplazado del poder.
Venezuela posee las mayores reservas probadas de petróleo del mundo, pero su industria opera muy por debajo de su capacidad debido a las sanciones internacionales. Gran parte del crudo venezolano se comercializa actualmente con China, mientras que Chevron es la única empresa estadounidense que mantiene operaciones en el país bajo una licencia especial, recientemente revocada y luego reemitida con estrictas condiciones.
Desde Caracas, el gobierno recordó que las sanciones estadounidenses han provocado pérdidas de decenas de miles de millones de dólares, el congelamiento de activos en el extranjero y la pérdida de control sobre empresas estratégicas como Citgo, cuya posible venta forzada ha sido denunciada como un despojo.
Más presión y riesgo de escalada
La orden de Trump, combinada con amenazas previas de operaciones militares en tierra, incrementa el riesgo de una escalada mayor en el Caribe y coloca nuevamente al petróleo venezolano en el centro de una confrontación política, económica y militar de alto impacto regional.
Mientras Washington endurece su postura, Caracas asegura que se mantendrá firme en la defensa de su soberanía y llamó tanto al pueblo estadounidense como a la comunidad internacional a rechazar lo que considera un intento abierto de saqueo y de injerencia contra Venezuela.
