viernes, noviembre 22, 2024
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La piel tiene mecanismos de autohidratación, pero hay que cuidarla y esto necesita

Al ser el órgano más grande del cuerpo, es lógico que la piel se mantenga sana y limpia además, la vanidad es un fuerte motivador: los humanos pueden haber evolucionado hasta analizar la piel de los demás para determinar su salud (y atractivo). Es un negocio en auge la industria del cuidado de la piel valía 133 900 millones de dólares en 2018, y se prevé que alcance los 200 250 millones de dólares en 2026.

Con una lista cada vez mayor de productos para el cuidado que presumen de una letanía de ingredientes de moda, puede ser difícil clasificar lo que realmente necesitamos para cuidar a este órgano. Los expertos explican cómo proteger la piel, cómo mantenerla intacta y qué es bueno (pero no estrictamente necesario) añadir a la rutina.

La biología de la piel

La “barrera cutánea” está formada por las células de la piel y el sistema enlazado de proteínas y lípidos que las rodean y conectan. Este muro constituye la primera línea de defensa contra las amenazas externas, ya sean irritantes, como las sustancias químicas tóxicas, o agentes infecciosos, como las bacterias.

“Los ladrillos son las células de la piel y la argamasa es la barrera cutánea de proteínas y lípidos”, ilustra Mona Gohara, profesora clínica adjunta de Dermatología de la Facultad de Medicina de Yale (Estados Unidos).

La barrera cutánea no solo impide el paso de sustancias indeseables, sino que también es crucial para mantener el interior de ciertos elementos esenciales, como el agua. Si no tiene suficiente agua, se seca y daña los enlaces lipídicos que conectan las células de la piel esto puede permitir la entrada de sustancias no deseadas y provocar enfermedades cutáneas como la dermatitis y la psoriasis todos los días se altera la barrera cutánea con rutinas como las duchas largas (que pueden resecar la piel) y el afeitado (que puede erosionar la barrera).

¿Hay que complementar la dieta o la ingesta de agua para tener una piel sana?

La ingesta de agua y la alimentación de una persona son suficientes para mantener la piel sana los suplementos como la biotina se comercializan para ayudar a protegerla, pero Devina Mehta, residente de dermatología de la Universidad de Cornell (Estados Unidos), reconoce que la mayoría de la gente no los necesita: una alimentación equilibrada que favorezca la salud mental y física también contribuirá a la salud de la piel.

Tampoco es necesario beber agua todo el día, solo lo suficiente para no deshidratarse. “No aconsejo ninguna cantidad específica de agua para tener una piel fuerte”, comenta Jules Lipoff, profesora adjunta del departamento de dermatología de la Facultad de Medicina Lewis Katz, en Estados Unidos. “Una persona tendría que estar super deshidratada para que realmente afecte a la piel”.

¿Qué productos para la piel necesitas realmente?

Lo único que necesitan realmente las personas normales sin problemas cutáneos es mantener intacta la barrera cutánea. Esto suele conseguirse mediante el uso de tres productos: limpiador, crema hidratante y protector solar.

“La piel tiene mecanismos de autohidratación, autoexfoliación y protección”, advierte Gohara. “Pero hay que cuidarla. No es algo que vaya a ocurrir por sí solo hay que hacer un esfuerzo proactivo para mantener los mecanismos naturales de la piel que ya existen.”

La profesora de dermatología recomienda una limpieza suave sin jabón, que elimina irritantes como la suciedad sin la dureza del jabón normal. Como explica, los jabones tienen un pH elevado que puede debilitar la barrera cutánea, permitiendo la entrada de irritantes y provocando inflamación los limpiadores sin jabón suelen llevar etiquetas como “sin jabón”, “sin jabón”, “sin sulfatos” o “pH neutro”.

Para sentirse limpios, los individuos pueden inclinarse a fregar cada centímetro de su cuerpo mientras están en la ducha, pero eso puede hacer más mal que bien. “Basta con dejar correr el agua”, señala Lipoff. “No es necesario exfoliar la exfoliación se produce sola, no hace falta ayudarla”.

La hidratación también es clave para mantener intacta la barrera cutánea, ya que limita la pérdida de agua la piel tiene formas de mantener la humedad de forma natural, pero cuando la resecamos con una ducha caliente o la exposición a un clima frío y seco, necesitamos ayudarla, explica Gohara. Lipoff aconseja a sus pacientes que apliquen crema hidratante sobre la piel húmeda para reforzar su eficacia.

También debes usar protección solar, ya que la exposición a los rayos UV sin protección puede resecar el cuerpo y aumentar el riesgo de cáncer de piel. Al usar protección solar, “vas a minimizar muchos daños en la piel de muchas maneras”, destaca la profesora de dermatología. Es algo que está al alcance de la mano.

Los dermatólogos reconocen que no todo el mundo tiene la misma piel, y que algunas personas pueden tener alteraciones de la barrera cutánea, como acné, eccema o rosácea. “A menudo, las personas que las padecen necesitan terapias o productos adicionales que les ayuden con ello”, reconoce Angelo Landriscina, dermatólogo certificado de Nueva York.

Algunos tratamientos tópicos, como los que contienen peróxido de benzoilo para el acné, pueden irritar aún más la piel, por lo que se necesita una crema hidratante aún más fuerte para restaurar y fortalecer la barrera, agrega Gohara.

¿Qué puedes añadir a tu rutina de cuidado de la piel?

Una vez que la barrera cutánea está intacta y protegida, pueden abordarse problemas secundarios como el antienvejecimiento. El ácido hialurónico, por ejemplo, es un ingrediente valioso pero no esencial ayuda a retener el agua y a dar a la piel un aspecto más terso. “Es un ingrediente que me gusta mucho y está de moda por una buena razón”, admite Landriscina. “Es un ingrediente que no está de más tener”.

La gente suele buscar productos antienvejecimiento una vez que su piel muestra arrugas o manchas oscuras. Pero las prácticas antienvejecimiento más eficaces empiezan antes de que se produzcan los daños, sobre todo protegiéndose del sol, dice Landriscina.

Al margen de la protección solar, el retinol (vitamina A) y los retinoides (derivados de la misma vitamina) también son complementos útiles para la decoloración o las arrugas. “Han estado en la vanguardia durante mucho tiempo porque son muy eficaces y están muy bien estudiados”, señala. “Pero no son en absoluto necesarios”.

Para quienes buscan reducir los efectos del daño solar, Mehta recomienda el suero de vitamina C por la mañana y el retinol por la noche. “Estos productos sirven para ayudar a iluminar la piel, aclarar las manchas oscuras e impulsar la producción de colágeno”, explica.

Aunque beneficiosos, estos ingredientes también pueden causar daños si no se usan adecuadamente la especialista anima a hablar con un dermatólogo para ver si los productos son adecuados para cada persona.  “No hay que comprar algo porque sea nuevo, porque esté de moda, porque le guste a una amiga o porque lo hayas oído en las redes sociales”, aconseja Landriscina. “Debes hacer constantemente un inventario de tu piel y de lo que haces por ella, y los cambios y elecciones que hagas deben basarse en el resultado que intentas conseguir”.

Cómo afecta el invierno a la piel 

El aire frío es más seco, comenta Mehta, por lo que hay que esforzarse para mantener la hidratación y una barrera cutánea sana durante los meses más fríos. La gente tiende a pasar más tiempo en casa con la calefacción encendida en invierno, lo que reseca aún más el aire y la piel, señala Lipoff para combatir la sensación de tirantez asociada a la sequedad invernal, unos sencillos cambios pueden suponer una gran diferencia.

Lipoff recomienda controlar los productos, la temperatura y el tiempo que se pasa en la ducha, ya que el agua caliente y el jabón pueden resecar la piel, sobre todo si la exposición es prolongada. Utilizar humidificadores en el dormitorio puede ser otra forma de contrarrestar la piel seca, ya que es donde más tiempo se pasa en casa.

Mehta sugiere cambiar a un limpiador hidratante cremoso y también disminuir la aplicación de productos como retinoides, exfoliantes y vitamina C, que pueden deshidratar la piel. “Puedes seguir utilizándolos durante el invierno, pero quizá no toleres usarlos todos los días”, aclara.

Quienes no puedan resistirse al aire libre durante esta estación, deben recordar aplicarse protector solar.  “Los rayos UV se reflejan en la nieve y en el agua y se intensifican”, resalta la residente de dermatología. “Si eres alguien que participa en actividades deportivas al aire libre como el esquí y el snowboard, es esencial que sigas aplicándote protección solar”.

Con información de National Geographic

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