En Argentina el triunfo del peronista Sergio Massa en primera vuelta abre interrogantes y, al mismo tiempo, causa cierta tranquilidad en el escenario político argentino. El 19 de noviembre se enfrenta a Javier Milei en el balotaje.
Y es que el candidato a la presidencia de la fuerza oficialista Unión por la Patria, Sergio Massa, resultó el más votado en todo el país y se imponía anoche en las elecciones presidenciales celebradas este domingo con 36.6 por ciento de votos, seguido por Javier Milei, de la ultraderechista La Libertad Avanza, que alcanzó 30.1 puntos, con escrutinio de 96.9 por ciento, lo que lleva a una segunda vuelta que se realizará el 19 de noviembre.
El triunfo de Sergio Massa, candidato peronista de Unión por la Patria, llegó contra todo pronóstico, ya que el ministro de Economía del Gobierno kirchnerista carga con la responsabilidad por la actual debacle económica.
Massa tendrá que enfrentarse en segunda vuelta a Javier Milei, el libertario de extrema derecha de La Libertad Avanza, el 19 de noviembre, ya que ninguno de los dos alcanzó el 40 por ciento de los votos.
“Justamente por ser un triunfo inesperado, Massa sale fortalecido de este resultado, porque era inesperado y porque lo favorece ampliamente”, dice Pablo Semán, investigador del CONICET y docente de la Universidad de San Martín.
Moderación y desmesura
Paradójicamente, la mayoría de los argentinos, que sufren la crisis económica, eligieron al ministro de Economía que fracasó hasta ahora en gestionarla. ¿Cómo se explica este fenómeno? “Massa encarna, al mismo tiempo, cambio y continuidad, además de moderación, frente a la desmesura de Milei”, observa Semán. “La gente no lo ve como a un candidato de Unión por la Patria, no lo ve necesariamente como a un kirchnerista, ni ve en él a Cristina Kirchner”, subraya.
Entretanto, Milei se adjudica haber derrotado “a la mafia” en el poder, al no haber ganado Massa en primera vuelta, y la candidata de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich, que salió tercera, rechaza cualquier colaboración con el kirchnerismo. Parte de sus votantes podrían fluir hacia el candidato libertario en la segunda ronda electoral.
“Con un gobierno complicado, con una economía totalmente descalabrada, con una inflación galopante y el dólar por las nubes, es realmente un milagro lo que ha logrado Sergio Massa, consiguiendo, no solo entrar al balotaje, sino quedar como mejor el mejor posicionado para la elección que viene, con la posibilidad de sumar los votos de la izquierda de Bregman y de centro de Schiaretti”, señala Jaime Rosenberg, periodista político acreditado en la Casa Rosada del diario La Nación, en entrevista con DW. Pero no es posible hacer pronósticos certeros sobre quién saldrá ganador en segunda vuelta, ya que “no se trata de matemática pura”, advierte.
Los votantes de Milei temen al propio Milei
La aparición en el escenario político de Javier Milei suscitó temores en muchos argentinos, no solo a sus propuestas extremas -como cerrar el Banco Central o convertir la educación en un sistema de vouchers- sino también a sus afirmaciones sobre cortar relaciones con China y Brasil, los dos principales socios comerciales de Argentina. Muchos temían que, de ganar, pudiera producirse una corrida cambiaria y otra crisis como la de 2001, sumada al aislamiento internacional de Argentina.
En su discurso, tras los resultados de este lunes, “Massa dejó en claro que lo llamaron presidentes de distintas partes del mundo y que él les aseguro que Argentina va a seguir un camino previsible. Es un dirigente muy cercano a los Estados Unidos y al mundo empresarial, donde lo ven como de centroderecha”, subraya Ronseberg.
El antropólogo y sociólogo Semán cita una encuesta presencial que hizo entre 420 personas sobre cuáles eran sus temores para estas elecciones. De esas 420 personas, un 31 por ciento dijo que votaría a Milei, de La Libertad Avanza, y de ellas, un 10 por ciento admitió que tenían miedo al propio Milei y a sus propuestas extremas. “Yo creo que en los argentinos hay una voluntad de cambio muy fuerte que, en parte, se expresó a través de Milei, pero que esa voluntad de cambio tenía en él a un mal instrumento”, explica.
Sin embargo, la ultraderecha se convertirá en la tercera fuerza a partir de diciembre, con 39 escaños en la Cámara de Diputados, y en el Senado, con ocho. De todos modos, si las cifras del escrutinio se confirman, el peronismo seguirá contando con la mayoría de diputados y senadores.
Ambos expertos dicen que, en este momento, no es posible predecir quién ganará el balotaje, pero Semán piensa que “a Massa se le hará fácil sumar lo que necesita para ganar una segunda vuelta, a pesar de que es mucho, debido a que, para Milei, el resultado es lo contrario: apostaba a ganar en primera vuelta y llegará al balotaje tras una derrota”.
“Las primarias fueron una discusión sobre cambio o continuidad, pero como Milei se transformó en un protagonista de la primera vuelta, la discusión pasó a ser ‘mesura o desmesura’”, dice.
Con información de DW