A pesar de la percepción común de los gatos como animales distantes o poco expresivos, se ha demostrado una y otra vez que su complejidad emocional va mucho más allá de lo que solemos reconocer. A diferencia de los perros, que tienden a mostrar sus emociones más abiertamente –al menos desde nuestra perspectiva–, los felinos podrían emplear una sutil gama de expresiones para comunicarse.
Para comprobar esta premisa, investigadores Estadounidenses llevaron a cabo un estudio que consistió en analizar imágenes de una colonia de 50 gatos residentes en una cafetería de Los Ángeles en Estados Unidos. De manera asombrosa, se lograron identificar 276 expresiones faciales únicas entre gatos domésticos de pelo corto, superando ampliamente las expectativas iniciales.
Las expresiones amistosas de los gatos incluían los ojos cerrados, con las orejas y los bigotes apuntando hacia otro gato.
En contraste, las expresiones faciales en perros, chimpancés y humanos han sido objeto de exhaustivos estudios, revelando que los humanos cuentan con 44 expresiones faciales, los caninos con 27, y los chimpancés con una sorprendente cantidad de 357, según reporta Science. Esto añade un nivel adicional de interés, ya que los gatos, generalmente catalogados como menos sociables en comparación con los primates o los cánidos, exhiben una sorprendente variedad de expresiones faciales que, según el estudio, publicado en la revista Behavioural Processes, van de lo juguetón a lo agresivo y todo lo demás.
«Mucha gente sigue considerando –erróneamente– que los gatos son en gran medida una especie no social», explica a revista Science Daniel Mills, veterinario conductista de la Universidad de Lincoln que no participó en el estudio. «Está claro que ocurren muchas cosas de las que no somos conscientes», agregó.
Gatos: raíces evolutivas más profundas
Los nuevos hallazgos sugieren que los 10.000 años de domesticación podrían haber influido significativamente en la evolución de la comunicación felina, según informa Science Alert. La proximidad a los humanos y su comida podría haber llevado a algunos gatos salvajes a vivir más cerca, mejorando su comportamiento amistoso entre ellos para aumentar su supervivencia a largo plazo.
Para validar esta hipótesis, sería necesario contrastar las expresiones faciales de gatos domésticos y salvajes, algo que aún no se había hecho por este motivo, la autora del estudio, Lauren Scott, del Centro Médico de la Universidad de Kansas, recopiló datos observando durante cerca de un año una cafetería para gatos, donde grabó interacciones entre 53 gatos. Con un análisis detallado de 194 minutos de metraje –que contenían 186 interacciones–, identificó las 276 expresiones compuestas por 26 movimientos faciales, incluyendo cambios en las orejas, parpadeos, lamidas de nariz y movimientos de los bigotes y la boca.
Estas expresiones se clasificaron en un 45 % como amistosas, un 37 % como agresivas y un 18 % como ambiguas el veterinario especialista en comportamiento, Mills, señaló que muchas de las expresiones amistosas de los gatos se asemejan a las de humanos, perros y primates, sugiriendo raíces evolutivas más profundas.
¿Aplicación que interprete las expresiones de los gatos?
Por su parte, la psicóloga evolutiva Brittany N. Florkiewicz, coautora del estudio, destaca que estos hallazgos podrían ayudar a las personas que adoptan gatos a encontrar compañeros que se lleven bien con otras mascotas o a comprender mejor a sus felinos incluso menciona la posibilidad de desarrollar una aplicación que pueda interpretar las expresiones faciales de los gatos, con empresas ya mostrando interés en esta perspectiva. Aun así, las autoras del estudio señalan que queda más trabajo por hacer, por lo que abogan por seguir investigando la relación entre conflicto, competición y cooperación en grupos de gatos, así como la complejidad de las señales faciales que utilizan estas fascinantes mascotas.
Con información de DW