El fuego está arrasando el Pantanal brasileño, el mayor humedal tropical del mundo y uno de los santuarios de biodiversidad más importantes del planeta.
Y el incendio, de los peores registrados desde que Brasil empezó a hacer un seguimiento de los incendios en 1998, está ocasionando un gran número de muertes de animales salvajes, incluidas especies en peligro que los científicos han trabajado durante décadas para proteger.
“Estamos viendo cómo la biodiversidad del Pantanal se convierte en cenizas”, afirma Gustavo Figueirôa, biólogo de SOS Pantanal, una organización conservacionista sin fines de lucro. “Se está reduciendo a cenizas”.
El Pantanal es un laberinto de ríos, bosques y marismas que se extiende a lo largo de más de 176.000 kilómetros cuadrados, una superficie 20 veces mayor que la de los Everglades. Aproximadamente el 80 por ciento se encuentra en Brasil, y el resto en Bolivia y Paraguay.
La zona normalmente está inundada durante gran parte del año, ahora ha sido afectado en los últimos años por una serie de graves sequías que los científicos han relacionado con la deforestación y el cambio climático.
Los humedales, parte de los cuales figuran en la lista del patrimonio de la UNESCO por su rica biodiversidad, albergan al loro más grande del mundo, la mayor concentración de caimanes y fauna amenazada como la nutria gigante.
También son el hogar de animales que han evolucionado de manera distinta a otros de su especie, como jaguares de mayor tamaño que se sumergen en llanuras inundadas para pescar en busca de alimento.
Los investigadores han contabilizado al menos 4700 especies de plantas y animales en el Pantanal, aunque afirman que aún quedan muchas más por descubrir.
“Hay tanto que aún no sabemos”, afirma Luciana Leite, bióloga y activista climática de la Environmental Justice Foundation. “Es una región tan especial”.
Pero los incendios, avivados por fuertes vientos y temperaturas altas, amenazan este laboratorio natural, matando o hiriendo a osos hormigueros gigantes, tapires de tierras bajas, ciervos de los pantanos, guacamayos jacintos y caimanes.
Provocados por actividades delictivas
Los incendios forestales que queman todo Brasil han sido provocados por la baja humedad y la ola de calor, pero también por actividades delictivas, reconoció la ministra de Medio Ambiente, Marina Silva.
La Policía Federal ha abierto 31 investigaciones y ha detenido a dos personas sospechosas de provocar intencionadamente incendios en el estado de Sao Paulo, que se enfrenta a un número récord de incendios forestales.
Veintiún ciudades de Sao Paulo, la región más rica de la mayor economía de América Latina, se enfrentan a miles de focos activos, mientras que 46 municipios están siendo vigilados porque están en alerta máxima por incendios, dijo el gobernador del estado, Tarcísio de Freitas.
En todo el país, varias ciudades han suspendido las clases, cerrado temporalmente carreteras y cancelado vuelos a causa de las llamas. El gobierno federal desplegó el domingo cuatro aviones militares para combatir los incendios y vigilar las zonas afectadas en Sao Paulo, mientras la región arde, literalmente.
Con información de The New York Times y Bloomberg