Iniciaron las vacaciones de verano, y gran parte del turismo nacional e internacional se concentra en las playas del país. Si estás por planear un viaje o ya tienes en mente una escapada a alguna playa mexicana, ¡Cuidado! La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) dio a conocer su monitoreo prevacacional de playas para este verano 2025.
La COFEPRIS, en coordinación con autoridades de salud y la Red Nacional de Laboratorios de Salud Pública, realizó el muestreo de agua de mar en diversas playas durante las semanas previas al periodo vacacional.
El objetivo del monitoreo prevacacional fue determinar si visitar ciertas playas representa un riesgo para la salud, es decir, si la calidad del agua de mar es tan deficiente que podría causar enfermedades en los visitantes.
De acuerdo con el sitio oficial del Gobierno de México, se recolectaron un total de 2 mil 355 muestras de agua en 289 playas clasificadas como de alta afluencia turística.
Los resultados indicaron que 273 playas son aptas para uso recreativo, lo que significa que puedes nadar en ellas sin preocupación. Sin embargo, 16 playas fueron catalogadas como contaminadas, ya que no cumplen con los criterios de calidad establecidos por COFEPRIS para uso recreativo.
Las playas no aptas para uso recreativo en México para el verano 2025 son:
Tijuana, Baja California
Playa Tijuana
Tecomán, Colima
Playa El Real
Acapulco, Guerrero
Playa Caletilla
Playa Hornos
Playa Carabalí
Playa Papagayo
Puerto Vallarta, Jalisco
Playa Mismaloya
Playa del Cuale
Playa Camarones
Michoacán
Playa Nexpa, en Aquila.
Playa Boca de Apiza, en Coahuayana.
Playa Jardín Eréndira, Playa Las Peñas, Playa Chuquiapan y Playa Caleta de Campos en Lázaro Cárdenas.
Huatulco, Oaxaca
Playa La Bocana
Riesgos de nadar en playas contaminadas
La presencia elevada de Enterococcus faecalis fue el principal motivo para clasificar estas playas como contaminadas. Esta bacteria es un indicador de contaminación fecal, lo cual puede deberse a descargas de aguas residuales, falta de tratamiento o acumulación de desechos.
El contacto con agua que presenta altos niveles de esta bacteria puede ocasionar infecciones en la piel, ojos y oídos, así como problemas gastrointestinales y en vías respiratorias.