De hecho, este fenómeno geológico es bien conocido en la región. Se trata de una gran dolina o turca, un fenómeno de hundimiento del suelo que se suele producir en zonas kársticas, con un tipo de subsuelo donde hay rocas carbonatadas sujetas a disolución química. Se crean cuevas en el subsuelo que después pueden derrumbarse, tragándose todo lo que hay en la superficie, constituyendo un peligro para las viviendas e infraestructuras.
En estos peligrosos hundimientos el agua juega un papel fundamental, erosionando el subsuelo desde abajo. Como se aprecia en las imágenes, el colapso del suelo ha generado una sima circular. En el distrito de Karapinar, que se encuentra en una meseta kárstica, se estima que hay más de 2.000 dolinas según los medios locales, y la explotación desmedida de las aguas subterráneas está acelerando el proceso.
La provincia Turca de Konya está en alerta ante la formación de cráteres en el campo, los cuales presentan una importante profundidad y pueden ser peligrosos para la población. Un gran cráter de entre 12 y 15 metros de profundidad y 100 metros de diámetro se ha vuelto viral en redes sociales. La provincia turca de Konya se encuentra en alerta debido a la aparición de cráteres en el campo, los cuales presentan una importante profundidad y pueden representar un peligro para la población.
El fenómeno geológico se ha vuelto viral en redes sociales después de que el usuario @Sepa_mass compartiera en Twitter la imagen de un gran cráter de entre 12 y 15 metros de profundidad y 100 metros de diámetro. Según los expertos, estos cráteres son conocidos como dolinas y se producen por la erosión kárstica, que ocurre cuando el agua corriente filtra a través de la roca soluble, como el calcio o el yeso, y disuelve el material subterráneo. Esto causa la formación de cuevas y otras estructuras subterráneas, que al colapsar, provocan la aparición de los cráteres en la superficie.
Las dolinas pueden tener un diámetro que varía desde unos pocos metros hasta varios kilómetros y pueden ser profundas hasta varios cientos de metros. Además de ser importantes para proporcionar información valiosa sobre el clima y la geología pasados, también pueden ser utilizadas como fuentes de agua potable y para la disposición de residuos tóxicos. Sin embargo, también pueden ser peligrosas debido a la posibilidad de deslizamientos de tierra y colapsos de la superficie.
Las autoridades turcas están monitoreando de cerca la situación en la provincia de Konya y han instado a la población a mantenerse alejada de los cráteres. Es importante tomar precauciones y seguir las instrucciones de las autoridades locales para evitar accidentes y daños materiales.