El piloto regiomontano probará nuevamente el McLaren en el Gran Premio de la Ciudad de México y habla sobre su sueño aún pendiente de llegar a la Fórmula 1.
Patricio “Pato” O’Ward (Monterrey, 26 años) no solo corre, también deslumbra. Antes de enfrentarse al rugido de los motores, el mexicano encendió los ánimos de cientos de fanáticos que lo esperaban en la Ciudad de México, muchos de ellos con patos amarillos de peluche en la cabeza y celulares listos para capturar una foto del ídolo. El evento, organizado por Nestlé y KitKat, se convirtió en una auténtica fiesta naranja papaya —color característico de McLaren— con O’Ward como la gran estrella.
“Son máquinas que están fuera de este planeta”, dijo el piloto mientras anticipaba su regreso al monoplaza de Lando Norris durante las prácticas del Gran Premio de México 2025. Será su cuarta vez al volante de un Fórmula 1, aunque esta vez llega con más experiencia, más confianza y un ejército de aficionados detrás.
O’Ward forma parte del programa de desarrollo de McLaren, bicampeón del Mundial de Constructores, donde funge como piloto de reserva. Su papel consiste en apoyar en pruebas y simulaciones, y estar listo para sustituir a Norris o a Oscar Piastri en caso de emergencia. Pero su mente y su corazón siguen divididos entre dos mundos: la IndyCar, donde es figura consagrada, y la Fórmula 1, el sueño que se le sigue resistiendo.
“Lleva años coqueteándome la Fórmula 1, ya son siete años”, confesó O’Ward. “Si logro hacer bien las cosas en IndyCar, sé que la oportunidad se va a dar. No sé dónde ni con quién, pero siempre he tenido fe.”
El mexicano viene de su mejor temporada en la IndyCar, donde terminó subcampeón con el equipo McLaren y logró un tercer lugar en las 500 Millas de Indianápolis, uno de los podios más codiciados del automovilismo mundial. “Ya he dejado la presión del sueño de F1. Estoy muy contento donde estoy”, afirmó, aunque sin cerrar del todo la puerta a una posible llamada de la máxima categoría.
Durante su convivencia en la capital mexicana, el carisma del piloto fue tan potente como su talento en la pista. Jóvenes, familias y entusiastas del automovilismo se congregaron para conseguir una foto o un autógrafo. “Tiene un imán con la gente. Es guapísimo y súper amable”, comentó Michelle, de 17 años, quien viajó desde el Estado de México solo para verlo.
O’Ward, por su parte, parece entender perfectamente el espectáculo en que se ha convertido la Fórmula 1:
“Somos entretenimiento. La F1 se ha convertido en ir a ver a tus actores favoritos subirse a un carro multimillonario. Trato de ser auténtico y mi regla es: no te atores, búscale cómo crecer”, dijo.
Este viernes, cuando se suba nuevamente al McLaren en el Autódromo Hermanos Rodríguez, el regiomontano buscará exprimir cada vuelta como si fuera la última oportunidad para convencer al mundo de que el pato mexicano también puede volar en la F1.
Oscar Piastri: “Hay cosas que podemos aprender de Pato O’Ward
El piloto australiano Oscar Piastri aseguró que el mexicano aportará información útil sobre el MLC39 cuando se suba al McLaren en las prácticas libres del Gran Premio de México
“Definitivamente creo que hay cosas que podemos aprender de Pato. Siempre tenemos otra perspectiva al conducir el coche y últimamente también hemos trabajado en algunos ajustes del monoplaza”, comentó Piastri.
