Un gran destello de luz de una energía enorme llegó a la Tierra el año pasado tras un viaje de 2.000 millones de años luz a través del cosmos y perturbó las capas superiores de la atmósfera de una manera sin precedentes, según un estudio publicado en Nature Communications el martes 15 de noviembre de 2023. El 9 de octubre de 2022, los astrónomos detectaron una gigantesca erupción de rayos gamma, la forma más intensa de radiación electromagnética, un fenómeno provocado por los eventos más extremos del Universo, como las explosiones de estrellas gigantes.
Este estallido de rayos gamma apodado BOAT (“Brightest Of All Time”, “El más brillante de todos los tiempos”), emitido a una distancia de unos 2.000 millones de años luz, iluminó los telescopios durante solo siete minutos pero dejó una luz residual visible para astrónomos aficionados durante siete horas.
¿Hay afectaciones para la Tierra y sus habitantes?
Investigadores Italianos y Chinos observaron además, y por primera vez, que también había afectado a la parte superior de esta misma ionosfera. La ionosfera superior, ubicada entre 350 y 950 km sobre la Tierra, cerca del límite del espacio, es donde la radiación del Sol se transforma en partículas cargadas que forman un importante campo eléctrico.
Desde hace unos veinte años, los expertos han estado debatiendo la posibilidad de que los estallidos de rayos gamma puedan afectar la ionosfera superior, explica a AFP Mirko Piersanti, autor principal del estudio. Su equipo científico tuvo suerte porque el satélite Chino-Italiano CSES, equipado con un detector de campo eléctrico, estaba “exactamente en la zona iluminada por el estallido de rayos gamma”, a 500 km sobre la Tierra.
El peor de los casos sería que ocurriera una erupción tan poderosa en nuestra galaxia, la Vía Láctea. Tendría el poder de “borrar por completo” la capa de ozono de la Tierra, según Mirko Piersanti. Todo lo que está en la superficie estaría expuesto a los rayos ultravioleta del Sol, lo que podría acabar con la vida en la Tierra pero también es igual de probable que la ionosfera absorba todos los rayos gamma y que “no pase nada” para los habitantes de la Tierra, apunta el investigador la explosión de rayos gamma BOAT del año pasado, oficialmente llamada GRB 221009A, podría provenir de la explosión de una estrella masiva o del nacimiento de un agujero negro o incluso de ambos fenómenos, teniendo en cuenta su enorme energía.
Con información de DW