Sin duda que uno de los platillos emblemáticos de México, son los tamales, cuyo origen se remonta a la época mesoamericana. Data de fechas cuando los españoles llegaron a lo que hoy es nuestro país y encontraron que los pueblos originarios celebraban la fiesta de los tlaloques en honor del dios de la lluvia al inicio del ciclo agrícola, esto era 2 de febrero, mismo día en que ellos conmemoraban el Día de la Candelaria que conmemora la Purificación de la Virgen María y la presentación del Niño Jesús en el Templo.
Durante esta conmemoración las comunidades prehispánicas consumían tamales, término náhuatl que significa “envuelto”. Desde entonces y hasta ahora, comerlos en esta fecha es toda una tradición que desde hace treinta años encuentra en la Feria del Tamal en el Museo Nacional de las Culturas Populares (Hidalgo, 289. Coyoacán en la Ciudad de México) una de sus principales sedes.
Del miércoles 29 de enero al domingo 2 de febrero, ahí podrás encontrar gran variedad de sabores y actividades relacionadas con el platillo. En la que será su edición XXXI se contará con la participación de 50 expositores provenientes de Chiapas, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Michoacán, Oaxaca, Puebla, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz y Yucatán; de las alcaldías capitalinas Coyoacán, Iztacalco, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco, así como expositores de Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras y Venezuela.
Además, de degustar tamales tradicionales, tanto dulces como salados, acompañados de bebidas típicas como atole, champurrado y pozol, el público encontrará un programa de actividades que incluye conversatorios, charlas y recorridos por las exposiciones del museo.
Por ejemplo, el día 29 de enero, la escritora y divulgadora de la cocina Cristina Barros Valero dará la charla: “Tamales de ayer y hoy”; mientras que la chef, repostera e investigadora Lynda Cruz Balderas impartirá un conversatorio sobre los tamales de arroz del estado de Morelos, y la iconógrafa de la Arquidiócesis de Xalapa de la Inmaculada, Luz del Carmen Blanco Cornejo, ofrecerá una visita por la exposición “El códice vuelto a contar”, en la sala María Sabina.
El jueves 30 de enero, habrá rap con “The Jorf”, y el taller “Dominó Gigante: Geometrías de la Imaginación”, con Yatiní Domínguez. El día 31 se realizará el conversatorio “Mascareros de Olinalá, Guerrero”, con el curador de la muestra y escritor José Luis Correa y el artesano Leónides García.
El sábado 1 de febrero, se tendrá una demostración dancística a cargo de alumnas y alumnos de los Talleres Libres de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y el 2 de febrero se podrá escuchar bolero a cargo de Ángel Flores, y Lupita Fernández ofrecerá canto popular mexicano y ópera.
Tamales en la Residencia Oficial del Pueblo de México
El Complejo Cultural Los Pinos será la segunda parada para degustar de más de 30 sabores de tamales y bebidas, con la Fiesta de la Candelaria.
De 10:00 a 18:00 h, los días 1 y 2 de febrero, en la Plaza de Cencalli se reunirán cocineras y cocineros que han preservado las tradiciones culinarias de sus regiones, provenientes de Ciudad de México, Estado de México, Oaxaca, Tlaxcala y Veracruz, habrá desde los clásicos tamales de mole, rajas y dulce, hasta especialidades regionales como el tlalpilque y el zacahuil, sin olvidar creaciones originales y poco comunes como el tamal de pulque con insectos o el de mamey.
Para acompañar, se disfrutará de una selección de atoles y bebidas ancestrales, como el pozontle, el tascalate y el pozol.
El tamal, del náhuatl tamalli, es un alimento que data de tiempos prehispánicos. Las crónicas del siglo XVI dan cuenta de su existencia como un elemento presente, tanto en los ritos ceremoniales como en la vida diaria.
En Latinoamérica, de acuerdo con su procedencia, este platillo es llamado de diversas maneras: hayaca en Venezuela y Colombia; humita en Perú, Argentina y Chile; nacatamal en Nicaragua y Honduras; o pisque en El Salvador y Honduras. Todos con diferentes ingredientes y procesos de elaboración.