Tener amigos no solo nos alegra el día: también puede alargarnos la vida. Diversos estudios científicos confirman que las amistades —reales o incluso virtuales— fortalecen el sistema inmunológico, reducen el riesgo de depresión y ayudan a prevenir enfermedades como la demencia.
Investigadores de la Universidad de Kansas determinaron que para ser considerado “mejor amigo” de alguien se necesitan compartir alrededor de 730 horas, es decir, casi un mes completo de convivencia. Formar una amistad requiere unas 80 a 100 horas, mientras que alcanzar el nivel de “buen amigo” demanda al menos 200 horas.
“Las personas similares comparten la misma sintonía en muchos temas, lo que facilita las conversaciones”, explica el psicólogo Tobias Altmann, de la Universidad de Duisburg-Essen. No solo coincidimos en gustos y valores: los amigos también comparten cerca del 1% de sus genes, e incluso —según un estudio israelí— un olor corporal parecido.
💻 ¿Amigos en línea? También cuentan (pero con límites)
En plena era digital, muchos vínculos surgen a través de redes sociales o videojuegos. Y aunque algunos expertos consideran que las amistades exclusivamente virtuales pueden ser más frágiles, reconocen que también aportan apoyo emocional y sensación de pertenencia.
“El reto de las amistades digitales es que pueden generar más malentendidos y ser fácilmente reemplazables”, advierte Altmann. Sin embargo, la psicóloga Anna Schneider recuerda que la esencia de la amistad, ya sea en persona o por chat, sigue siendo la misma: interés genuino, tiempo compartido y confianza mutua.
🤖 ¿Y los chatbots? No, no son tus amigos
Cada vez más personas buscan compañía en aplicaciones de inteligencia artificial, pero los expertos lanzan una advertencia: los chatbots no pueden reemplazar la complejidad emocional y el crecimiento personal que ofrece una amistad humana.
“Los modelos de IA están programados para reafirmar lo que hacemos, lo que refuerza nuestras rarezas y nos aleja de la autocrítica”, señala Schneider. Sin la retroalimentación humana, advierten los especialistas, corremos el riesgo de volvernos más inflexibles y aislados.
❤️ Vivir más, gracias a los amigos
Una revisión de 148 estudios realizada en 2010 ya demostraba que las personas con más contactos sociales viven más tiempo. De hecho, el impacto positivo de la amistad sobre la salud es comparable a dejar de fumar.
Más recientemente, un estudio británico con 10 mil participantes descubrió que quienes mantienen una red activa de amigos presentan menor riesgo de depresión y demencia, especialmente cuando esas relaciones van más allá de la familia.
“La familia me viene dada, pero las amistades las elijo”, resume Schneider. “Y cuando un amigo me acepta por quien soy, sé que me quieren por mí misma”.












