Con los llamados microrobots y nanorobots, científicos esperan dar el salto de la fecundación “in vitro” a la fecundación “in vivo” Se trata de utilizar robots y con motores de dimensiones microscópicas para capturar espermatozoides, conducirlos al óvulo y liberarlos dentro de este el proyecto estuvo a cargo del Instituto Alemán de Nanociencias Integrativas (hoy Instituto para las Tecnologías Electrónicas Emergentes) con sede en Dresden. En el estudio correspondiente, los científicos de la institución Alemana precisan que “los micromotores y los nanomotores han tenido un amplio desarrollo en numerosos campos de la biomedicina”.
Microrobots de impulso magnético
“Entre todos los micromotores reportados, los impulsados magnéticamente son de especial interés debido a su funcionamiento sin combustible y su locomoción controlada basada en campos magnéticos”, sigue el estudio. Según los autores, este tipo de impulso permite a los microrobots transportarse a través de tejido y fluídos sin efectos adversos.Uno de los usos principales de esta tecnología es la aplicación dosificada y altamente localizada de fármacos, por ejemplo, en tratamientos contra algunos tipos de cáncer.
Del “in vitro” al “in vivo”
Otro es la inseminación “in vivo”: el microrobot se transporta hacia determinados espermas o grupos de espermas, tras de lo cual captura entre 50 y 100, a los cuales “atrae” por medio de un componente químico. Luego el aparato se mueve impulsado magnéticamente hacia el óvulo y, ya dentro de este, libera los espermatozoides permitiendo la inseminación.Todo el procedimiento, en su fase experimental llevada a cabo en bovinos, fue filmado y presentado por el instituto científico.
Faltan los últimos detalles
Los científicos reconocen que, pese a los avances, aún hay retos importantes por superar. En específico, mencionan la necesidad de afinar los mecanismos de transportación de los microrobots, a fin de que el control sea más preciso.Finalmente, también es necesario un mayor control sobre los lapsos implicados en el proceso, “tomando en cuenta el tiempo de vida de los espermatozoides en condiciones fisiológicas normales.” En toros, sigue el documento, este tiempo de vida es de ocho horas.